miércoles, junio 03, 2009

Pastelero a tus pasteles

Esta historia es de hace poco tiempo, cuando a un colega y amigo le informaron que sus servicios no serían requeridos.

Hace varios meses atrás nos vimos abrumados, como empresa, por una avalancha de nuevos proyectos. Si bién no son tantos, dado que cada vez somos menos, prácticamente nos vimos sobrepasados.

Empezamos toda una programación de actividades, de manera de interiorizarnos en las distintas tecnologías que usaríamos. Fueron meses entretenidos, de mucho aprendisaje, la meta era hacernos "expertos" en poco tiempo, y disponíamos de bastante tiempo para poder alcanzar un grado significativo de experticia. Sin embargo yo veía que mi colega poco a poco se hundía en un hoyo que el mismo cavaba. Partió medianamente motivado, pero se vió superado por el desafío, y lo complicado es que se notó, peor aún, el jefe lo notó.

Su fuerte claramente está en otra área, el problema es que tuvo 2 meses para documentarse, hacer pruebas y adquirir ese grado mínimo de experticia. Y no fue por falta de capacidad, sino, a mi parecer, por un asunto de motivación, fuera del tiempo que destinó a responder a negocios propios.

Pastelero a tus pasteles: Si tienes a un grupo de profesionales altamente especializados, dificilmente podrás esperar que sean expertos en otras áreas, y que se desempeñen de buena manera en áreas que no son las propias.

Pero..., si te dan el tiempo, el espacio y las herramientas para interiorizarte en otras áreas, distintas a la de tu experticia, no puedes desaprovecharlo, es más, NO DEBES desaprovecharlo. Tarde o temprano el cocinero jefe esperará que, si te dió todo para que aprendieras a hacer pasteles y no solamente pan, le rindas cuentas. Y por tu bién laboral, más vale que le hagas por lo menos un pastelillo.

Si estas conciente de tus limitaciones ten el cuidado de no aceptar desafíos que estén fuera de tu alcance. Como decía el Sr. Miyagi:
"Sólo lucha las batallas que sepas que vas a ganar, Daniel-san."
Es complicado, pero la muertes anunciadas no necesitan de una crónica previa.
Todo va en uno mismo.

martes, enero 13, 2009

Aprender a decir que NO

Han pasado muchos meses desde mi última entrada, demasiados meses diría yo, tantos que muchos deben creer que este es otro proyecto inconcluso de un computín ocioso que se cree lo máximo.

Han pasado muchas cosas también que me han hecho reformular muchos conceptos a priori de mi proyecto de libro. Así que debo empezar por algún lado.

El año recien pasado vivimos tiempos de crisis en la empresa, el potencial de proyectos se había dormido, sumado a las pocas intenciones de inversión de muchos de los empresarios en el país nos hicieron temer por todo. Sin embargo dijimos que no a algunas cosas, y de eso quiero hablar (no se que tan breve seré).

Lamentablemente uno se ve tentado a decir siempre que , no queremos dejar pasar ninguna oportunidad, pero debemos saber decir que NO.

¿Cuándo decir que NO? Hay muchas respuestas, pero lo recomendado es cuando derechamente nos vemos sobrepasados. Ante todo debemos ser sinceros con nosotros mismos, nunca podremos dar más de lo que podemos dar (en toda índole de cosas). Si no conocemos determinada tecnología, si los costos que van asociados a decir SI son superiores a la potencial ganancia, si notamos que el cliente en realidad tampoco sabe que es lo que quiere (lo que se traduce en que los 2 meses terminan siendo 6 y por la misma paga).

¿Cómo decir que NO? Diciendo que NO. La diplomacia no es precisamente una de mis virtudes, pero si la sinceridad. Nos veremos también tentados a dar miles de explicaciones, sólo hay que dar las justas y necesarias y nada que suene como una excusa que justifique, simplemente "Nuestra línea de experticia es distinta a la que nos indican en su requerimiento", por ejemplo, no voy a hacer sistemas de Inteligencia Artificial en Assambler si en realidad lo que se hacer son Sistemas Web.

No es pecado decir que NO, es preferible rechazar una opción y dar paso a otras que SI podemos cubrir, que aceptar todo y después no saber que hacer, bajo el riesgo de no hacer las cosas bién.

A veces incluso es necesario decir que NO cuando la propuesta no ofrece mayor proyección, no hay balance entre el precio y el esfuerzo que requiere, o bien no significa desafío intelectual (hay casos).

Al final uno es quien decide, pero siempre tomar en cuenta que no debemos sobreestimarnos.

Suerte.

A todo esto, ¿a alguien más le sucede que el editor de Blogger no le respeta el espaciado? Tuve que editar el HTML a la antigua (como en los viejos tiempos).